Sunday, December 8, 2013

En mi mundo cuadriculado

Soy ingeniero de formación, de vocación, de naturaleza y de estructura cerebral fundamental. Hago millones de otras cosas más, pero soy consciente que mi cerebro funciona estructurada y lógicamente y salir de eso me cuesta la vida. Como además de ser un cerebro con patas, también soy un ser humano con corazón, resulta que me involucro en actividades de ayuda social que ciertamente me llenan el espíritu. Pero (si pues, siempre hay un malévolo "pero" en todo) me resulta muy complicado el asunto de llegar a los sitios que no tienen direcciones claras (claras para mí, obviamente, porque parece que para el resto es clarísimo el asunto). Yo sé, es vergonzoso y no debería ser tan complicado, pero lo es y lo admito. Me movilizo por las calles con un GPS, o con Google Maps y antes miraba el mapa de calles en la guía telefónica antes de salir. Yo salgo de mi casa sabiendo cual es mi destino final y hacia allá me dirijo, listo, punto final, no hay más vueltas. Por eso cuando me dicen para ir a algún evento social yo levanto la mano feliz, me lleno de emoción y todo va perfecto, hasta que pido que me den la dirección de adonde debo ir. Obviamente, y digo obviamente porque siempre me pasa, y si siempre me pasa no sé por qué no termino de acostumbrarme y ya, y bueno, y así soy yo, pues resulta que la dirección es una cosa complicada que no se encuentra en ningún GPS, ni mapa electrónico, ni Guía de Calles Perú 2000. Entonces el dato es Manzana algo, Lote otro algo, con suerte hay urbanización y distrito. Si pues, yo sé que esa es la realidad de Lima y del Perú en general, pero es un problema para mí y que le puedo hacer. Así que siempre pongo cara de perdido y entonces me tratan de ayudar con referencias adicionales, como que sigues a los buses del chinito, te bajas en el paradero de la panadería y doblas a la izquierda tres cuadras. Yo sigo con cara de que no entiendo nada y no sé cómo a todos les parece tan claro el asunto. Me repiten como si yo no entendiera el idioma, si pues, el paradero de la panadería y todos tienen clarísimo donde queda eso y ya pues, yo solo digo, ok, si claro, el paradero de la panadería. Como Dios ayuda a los que ayudan, entonces siempre termino confesando que no tengo la menor de cómo llegar y que si por el amor de Dios alguien va conmigo y siempre alguien generosísimo se ofrece y me dice que claro que sí, que yo solo debo llegar al rompe-muelle antes de la ferretería y que allí me espera y vamos juntos. Entonces mi angustia aumenta y ya casi en desesperación les digo que yo soy así de desubicado en todas partes y por eso tengo GPS y reviso mapas y demás, o sea, tú no eres el problema, soy yo, dame por favor una dirección adonde llegar, algo que diga calle tal, número cual, algo que yo pueda poner en el aparatito que me va guiando y yo obediente iré doblando izquierda y derecha y de segurito así si llego. Supongo que mi cara de angustia y de andar perdido en el mundo es convincente y entonces por allí alguien se ofrece a ayudarme. Si pues, todo el mundo cree que es lo máximo ser así de estructurado y metódico, pero tiene sus grandes trabas y limitaciones. Si pues, es una limitación y dicen que estas se mantienen mientras uno lo permita. Aprovecharé entonces el verano para practicar el perderme, ir a la aventura, dejar en casa el GPS, las guías de viaje, las guías de calles y demás ayudas. Aprenderé a perderme, a soltar, a relajarme. Confío en que Dios sabrá cuidarme mientras esté perdido.

No comments:

Post a Comment